¿Qué tan necesaria es la cultura en una empresa que recién empieza?

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El término cultura proviene del latín cultus, que a su vez deriva de la voz colere. Esta palabra tiene significados etimológicos muy potentes como cultivar, proteger, cuidar el campo, etc. Es muy interesante la relación de cultura con el campo, ya que cuando uno realiza la acción de cultivar alguna semilla en la tierra, esta repercute en un tiempo relativo en la misma vida de aquella persona que cultivó como un fruto.

Al recoger este significado desde la raíz de la palabra y desde un punto de vista más empresarial, la cultura es la forma de trabajar de un equipo que, al mismo tiempo, repercute en el mismo equipo.

Hace poco, en una consultoría que hice para una empresa de tecnología, el CEO me comentó que en su empresa no existía ninguna cultura y que había que crearla. A eso le respondí: “siempre existe una cultura, puede ser inconsistente, débil, ambigua entre otros adjetivos calificativos, pero siempre existirá y es clave saber identificarla y gestionarla.

Ahora, cuando uno está iniciando una startup, ¿qué tan importante es la cultura? ¿Debemos invertir en ella?

Desde mi punto de vista como emprendedor, cuando uno empieza está más enfocado en encontrar una necesidad en el mercado y construir un producto lo suficientemente bueno para atender esa necesidad de forma rápida y escalable. Ben Horowitz en su libro “Cómo emprender y liderar una startup” menciona al respecto y concuerdo:

“La primera cosa que debe hacer cualquier startup tecnológica es construir un producto que sea al menos diez veces mejor en hacer algo que lo que predomina en la actualidad. Dos o tres veces mejor no va a ser lo suficientemente bueno para que la gente cambie a lo nuevo de forma rápida o en un volumen lo suficientemente grande para que sea relevante. La segunda cosa que cualquier startup tecnológica tiene que hacer es conquistar el mercado. Si es posible hacer algo diez veces mejor, también es posible que no seas la única empresa que se ha dado cuenta de ello. Si fallas en hacer ambas cosas, tu cultura no importará ni una pizca.”

Entonces, ¿para qué necesitamos la cultura? Con Kambista, la startup que lidero, después de casi 4 años, he visto cómo mi rol de CEO ha ido cambiando con el tiempo. Hoy en día, me veo en la necesidad de enfocarme en mi propio equipo más que estar pensando hacia afuera.

La lógica que he seguido es la siguiente: “Nadie da lo que no tiene” y si el equipo no se siente parte de algo más allá de simplemente un trabajo rutinario de 9 am a 6 pm, tu empresa va a caer en picada si no lo está haciendo ya.

“Una de las cosas que tienen en común las compañías duraderas es la cultura de culto, lo que viene a ser una cultura fuerte y enraizada profundamente” (Built to Last, Jim Collins)

¿Cómo crear una cultura sólida?

Una cultura bien gestionada le permite a todo el equipo identificarse con una misión, te asegura que los valores más profundos y únicos persistan y es una ventaja competitiva muy poderosa.

  1. Propósito: En primer lugar, es clave volver a la raíz. Algo que tenemos todos los emprendedores es que nos cuestionamos las cosas. Ahora es el turno de retar lo que hemos construido con la pregunta más difícil de todas: ¿por qué hacemos lo que hacemos? Ese “por qué” debe ser tan potente que el equipo lo viva con orgullo y se identifique al 100%. Aquí les dejo algunos ejemplos que puede ayudarlos:
    • Google: “Brindar acceso a la información del mundo con un solo clic”
    • Walgreens: “Ser la empresa farmacéutica de salud, bienestar y belleza más querida de Estados Unidos”
    • Samsung: “Inspirar al mundo, crear el futuro”
  2. Valores:Una vez tienes claro cuál es el porqué, debes preguntarte: ¿cómo vivimos ese por qué? Es aquí donde entran los valores. Hay veces que aquí confundimos los valores con unas 20 palabras escritas en una pared que nadie nunca recuerda, pero que siempre están ahí. Por eso es clave diseñar los valores haciendo partícipe a todo el equipo. En fin, podría escribir muchísimo sobre los valores, pero solo les diré un consejo:Cuan más únicos sean los valores, más memorables serán. Ah, ¡Y, por favor, que los puedas contar con los dedos de una sola mano! Para que se den una idea de esto, les dejo algunos valores de una empresa que personalmente admiro, Airbnb: “pertenecer a cualquier parte”, “luchar por la misión”, “abrazar la aventura”, “ser siempre anfitrión”, “Simplifica”.
  3. Rituales:Los rituales son hábitos colectivos que nacen de una cultura específica y la refuerzan. Amazon, por ejemplo, para reforzar una cultura de la austeridad, desde que empezaron, tenían todos los escritorios hechos con puertas baratas. Este ritual tiene un mensaje muy potente para todos los colaboradores: Amazon quiere ser el líder en precio y servicio al cliente. No se puede hacer eso si se gasta dinero en escritorios de lujo. Les pongo un ejemplo muy sencillo y que hemos vivido esta pandemia. En las reuniones que tienes por Zoom, Google Calendar o Teams, ¿la mayoría del equipo prende su cámara o no? Esto es un ritual que refuerza algo de su cultura, por ejemplo. Algo importante que debes saber es que también existen rituales que refuerzan una anticultura. Por ejemplo, los rumores o chismes internos, la politiquería, los procesos burocráticos, también le dan un mensaje potente a la empresa, pero lastimosamente negativo.
  4. Canales de comunicación internaTodo este proceso debe ser gestionado por los canales de comunicación que permitan un flujo natural y efectivo. Espero se me entienda, pero lo único que les pido en este punto es que no vayan a pasar los valores a través de un correo electrónico. Sean creativos y empáticos con el equipo.

Conclusión

Para terminar, considero que la cultura es algo inevitable, que el equipo fundador lo vivirá desde el primer día. Sin embargo, al comienzo este proceso será natural y estarán enfocados en lograr que la compañía golpee el mercado de la mejor manera. Una vez en el ruedo, concluyo que la labor del CEO de una empresa es mirar a su equipo, trabajar para ellos, enfocarse en lograr una cultura sólida y enraizada en el propósito de la empresa. En ese sentido, volviendo al significado etimológico de cultura, todo CEO es un jardinero. Por eso mismo, cultivemos una semilla que coseche frutos de los que nos sintamos orgullosos.

Permítanme repetir la idea para terminar: “nadie da lo que no tiene”. O mejor, pongámoslo en positivo: toda empresa exitosa son nada más personas talentosas que trabajan con un mismo sentido.

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