El desprendimiento de un tapón que reemplazaba una puerta de emergencia a inicios del 2024 reveló al mundo una serie de catástrofes en torno a los aviones de la empresa Boeing, la compañía aeroespacial más grande del mundo.
En los últimos 6 años, Boeing ha sido responsable de 346 muertes en dos accidentes fatales. Han pagado miles de millones de dólares en multas y acuerdos y son famosos por sus problemas de control de calidad. Ahora, con un grave daño en su reputación, la compañía enfrenta un futuro incierto mientras sus acciones caen y caen.
Boeing en picada
En lo que va del año, Boeing cuenta ya con 5 emergencias que se suman a la larga lista de problemas de la compañía. Sus acciones han perdido un cuarto de su valor este año, con un recorte de más de US$ 40,000 millones en la valoración de mercado de la empresa.
Este no es el único número que ha caído. De acuerdo a una encuesta de Morning Consult Intelligence Platform, el público también ha perdido la confianza en Boeing y sus aviones en estos primeros meses del año. Incluso, ya existen filtros que te permiten saber si estás reservando un vuelo que tiene un modelo Boeing (The Washington Post).
Los críticos argumentan que la crisis actual de Boeing refleja un cambio cultural que prioriza la velocidad de producción sobre la calidad, con fallas que pasan desapercibidas. Ex ejecutivos y grupos de interés público destacan preocupaciones sobre el énfasis de la dirección en cumplir con los plazos en lugar de garantizar la seguridad (CNN Business). Esto podría sugerir un problema sistémico dentro de la empresa.
Producción vs. calidad
La crisis actual de Boeing, con sus raíces en problemas de seguridad y calidad, puede rastrearse hasta cambios significativos ocurridos hace décadas (CNN Business).
Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, los grandes contratistas de defensa y aeroespaciales estadounidenses empezaron un proceso de consolidación masiva. Esta consolidación redujo el número de importantes contratistas de 51 a solo cinco, y Boeing, tras fusionarse en 1997 con su competidor McDonnell Douglas, fue uno de los que permaneció.
Esta fusión cambió la dirección de la compañía hacia ejecutivos con experiencia en finanzas, cuyo principal objetivo era el beneficio. Según Ron Epstein, analista aeroespacial en Bank of America, este cambio llevó a que todas las decisiones en Boeing tuvieran que justificarse en términos de costos.
Tiempo después nació el modelo 737 Max. Fue desarrollado como contraparte a una nueva aeronave de Airbus (su rival europeo), destacada por su eficiencia en el consumo de combustible. Inicialmente, Boeing incrementó su ritmo de producción de alrededor de 42 unidades del Max mensuales en 2017 a cerca de 52 unidades al año siguiente.
Sin embargo, este ritmo se redujo drásticamente a casi cero luego de un accidente aéreo en Etiopía. Las autoridades de aviación globales suspendieron las operaciones del modelo. A finales de 2020, los vuelos con el Max se reactivaron, permitiendo a Boeing aumentar de nuevo su producción para no perder más terreno frente a Airbus.
Este cambio fundamental en la cultura y prioridades de Boeing, que se alejó de su enfoque tradicional en la ingeniería para priorizar la eficiencia y los beneficios, se considera un factor clave detrás de los problemas actuales de la compañía.
Cambios y retrasos en la producción
Luego del incidente de enero, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emprendió una auditoría más dura y limitó la producción de Boeing a 38 aviones 737 MAX de manera indefinida hasta solucionar los fallos de calidad (Yahoo Finance). Como consecuencia, la tasa de producción ha fluctuado significativamente por debajo de este límite y, a finales de marzo, cayó a un solo dígito (Reuters).
No es la primera vez que la producción enfrenta una crisis. Boeing detuvo temporalmente la producción del 737 Max 8 en 2020, pero las entregas se recuperaron en los años siguientes y alcanzaron 528 en 2023 con 1,314 nuevos pedidos netos (Statista).
Brian West, jefe financiero de Boeing, comentó el mes pasado que se están tomando medidas para fortalecer la calidad. Una de ellas es la reducción de la cantidad de trabajos pendientes o itinerantes. Estos ocurren cuando los aviones siguen avanzando en las estaciones de trabajo con reparaciones pendientes (Yahoo Finance).
Sin embargo, las regulaciones no son las únicas razones detrás del retraso de la producción de aviones: los productores de esta industria enfrentan aún demoras en la cadena de suministro. Estas se han extendido de dos a cinco veces más en comparación con el período previo a 2020 debido a obstáculos originados por el conflicto continuo en Ucrania (Fortune).
Menos ganancias, mayor deuda
La compañía ha logrado ganar US$3 mil millones de FCF, lo que significaría una buena cantidad de dinero para invertir, mantener y expandir el negocio.
Pero esto no es suficiente. Boeing depende también de los ingresos de su segmento de defensa, en donde afecta significativamente el gasto militar estadounidense.
En este rubro, solo han logrado crecer casi un 10%. La compañía sigue reportando pérdidas debudo a programas militares y numerosas startups que compiten con Boeing en temas espaciales.
En este sentido, el futuro de la compañía depende de dar ganancias a sus inversionistas.
Boeing cuenta con una deuda de US$ 46 mil millones, una cantidad substancial para una empresa que le cuesta generar ganancias.
El problema solo se agrava al saber que producir un nuevo modelo de avión puede costar hasta US$20 mil millones… y además de eso, tomar años, retrasando a la compañía significativamente.
¿Es posible la venta o quiebra de Boeing?
No, no es posible. Boeing ha sido vista como intocable por mucho tiempo porque esencialmente actúa como una empresa privada pero con una mínima supervisión regulatoria (CNN).
La Administración Federal de Aviación (FAA) dependía en gran medida de Boeing para regularse a sí misma debido a la falta de fondos. Por eso, no es sorpresa que el mes pasado la FAA se enterase de que Boeing falló 33 de 89 auditorías de sus instalaciones de producción.
Boeing ha afirmado estar abordando diligentemente los problemas señalados por la FAA, prometiendo cambios inmediatos y un plan de acción global para mejorar la seguridad y la calidad. Sin embargo, su posición de monopolio en el mercado aeroespacial estadounidense plantea preocupaciones sobre su influencia y poder.
Aunque técnicamente rivaliza con Airbus a nivel mundial, dicha competencia en realidad no existe. Las aerolíneas no pueden simplemente cambiar sus aviones y los pilotos están certificados en uno o en otro. Así, Boeing tiene una posición dominante en la industria y su descenso actual afecta gravemente a muchas compañías.
Accidentes de Boeing en el 2024
En lo que va del año, la empresa Boeing tuvo 5 emergencias.
- 5 de enero: Vuelo 1282 de Alaska Airlines, probablemente la más famosa de todas. El tapón que reemplazaba una puerta de emergencia se desprendió luego de 7 minutos del despegue.
- 4 de marzo: Vuelo 1118 de la ruta Houston – Fort Myers. Uno de los motores de su avión Boeing 737 se prendió en llamas.
- 7 de marzo: Vuelo de United Airlines de la ruta San Francisco – Osaka. Una de las 6 ruedas del tren de aterrizaje principal del modelo Boeing 777-2000 se perdió.
- 8 de marzo: Vuelo de United Airlines. Un Boeing 737 MAX se salió de la pista de aterrizaje al dirigirse al terminal del desembarque. Aún se investiga el hecho y se busca determinar si guarda relación con un reporte hecho un mes atrás sobre problemas en los pedales de freno.
- 11 de marzo: Vuelo de LatAm de la ruta Sidney – Santiago de Chile. Un Boeing 787-9 sufrió una repentina caída que provocó una fuerte sacudida en la nave. Hubo 50 heridos, con 13 de ellos hospitalizados
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