Lunes de Cultura organizacional
¿Cómo podemos influir sobre la cultura de una empresa para transformarla hacia una que se alinee a los objetivos organizacionales?
Recordemos que la cultura es la forma en la que la gente se relaciona, se comunica, se comporta y piensa. Para influir sobre esta tenemos que impulsar y accionar sobre cada una de estas aristas. Sin embargo, aun muchas empresas caen en la trampa de pensar que la cultura se transforma con tan solo colocar señaléticas en las salas de reuniones o posteando en la web sus valores y frases motivadoras.
La ciencia ha demostrado que nuestro entorno o ambiente usualmente tiene más impacto en nuestros comportamientos que la mentalidad. El lugar donde vivimos, nuestros rituales, las personas con las que nos rodeamos, tienen influyen más en nuestros comportamientos que factores como la motivación o autocontrol.
De esta manera, diseñar un entorno con acciones sistémicas y sostenidas en todas las dimensiones del negocio impacta directamente en todos los elementos de la cultura.
Existen muchas maneras de transformar la cultura, aquí hablaré de tres estrategias donde partimos de los valores, para luego desde ellos, describir los comportamientos que esperamos de nuestros colaboradores, y así diseñar el entorno a través de un sistema basado en los valores.
Cómo diseñar un ambiente laboral creando un sistema para influir en la cultura:
👩🦯 Primero, define los valores como una guía.
Usualmente en las empresas nos encontramos con valores inspiradores en la superficie, pero vagos y genéricos, y no se relacionan con una guía hacia los trabajadores. Un ejemplo de esto son sustantivos escritos en una sala de reuniones como “Empatía”. Es difícil entender qué conductas queremos lograr de ese valor al ser tan amplio. En vez, intentemos frases que sirvan de guía o instrucción para que los colaboradores entiendan qué es lo que busca la empresa que hagan, como “Pensamos en todos antes de accionar”.
Pro-tip: define valores que sean auténticos, simples, accionables, y menos de seis.
🎬 Segundo, describe los valores con comportamientos.
Los comportamientos pueden ser observados, medidos objetivamente y desarrollados utilizando herramientas específicas. Por esto, son indispensables para el diseño del sistema que dará forma al ambiente laboral que buscamos crear.
Siguiendo con el ejemplo “Pensamos en todos antes de accionar”, preguntémonos ¿cómo se comportaría alguien en la empresa que piensa en todos antes de accionar?, así describimos entre 4 y 5 comportamientos específicos para comunicarlos. Esto servirá de base para guiar a los colaboradores sobre cómo se espera que se comporten y tomen decisiones.
♻ Tercero, alinea los valores a todas dimensiones de la empresa.
Los comportamientos que describen los valores tienen que influir sobre toda la toma de decisiones de la empresa. Estos comportamientos son la razón detrás del por qué contratamos a alguien nuevo, reconocemos, damos un asenso o despedimos a alguien.
La comunicación, los procesos, los rituales, las capacitaciones, y la medición y evaluación en cada etapa del ciclo de vida del talento tiene que tener una ilación sostenida sobre cómo y por qué hacemos las cosas en la empresa.
Recordemos que el ambiente influye tanto en nuestros buenos comportamientos como los malos. Las personas con buenas conductas se benefician de un entorno que facilita esos comportamientos. Así, desarrollemos incentivos y reconocimientos para promover esos comportamientos que conforman los valores.
Para ser coherentes con lo que decimos y hacemos, creemos el ambiente laboral con un sistema que nos llevará a influir con mayor facilidad en nuestra cultura. No hay que quedarnos en soluciones tibias y frívolas que no llegarán a ningún cambio.
Como dice James Clear en su libro Hábitos Atómicos: “Las metas son buenas para establecer una dirección, pero los sistemas son mejores para progresar.”
