Proceso creativo: hábitos y estrategias para la optimización

Proceso creativo

Imaginar y crear es la finalidad última de un segundo cerebro.

La semana pasada vimos cómo podemos expresar lo que se encuentra almacenado en nuestro segundo cerebro: reutilizar, recordar, conectar y crear. Sin embargo, esta es la parte final de nuestro sistema. El proceso creativo inicia desde la captura de una nota, pasa por la organización y destilación; y culmina en la expresión.

Hoy veremos cómo podemos optimizar nuestro proceso creativo.

Ojo: un financiero, un ingeniero, una persona que va a responder un correo, todos pasamos por un proceso creativo, no solo pienses en arte o literatura.

proceso creativo

El proceso creativo pasa por dos momentos importantes: divergencia y convergencia.

La divergencia es ese momento desordenado, caótico y de mucha apertura por donde iniciamos. En esta etapa buscas generar nuevas ideas. Luego, tenemos la convergencia. Este segundo momento es en el que eliminas opciones, decides qué hacer y te centras en lo esencial.

En nuestro caso, los procesos de capturar y organizar son parte del momento de divergencia, mientras que destilar y expresar pertenecen al momento de convergencia.

Tres estrategias para optimizar tu proceso creativo

1. Un archipiélago de ideas

2. El puente de Hemingway

3. Reducir el alcance

Veamos de qué se tratan:

1. Archipiélago de ideas: reúne y organiza ideas de manera divergente que luego pueden ser secuenciadas lógicamente. La semana vimos cómo junté paquetes intermedios para poder armar un artículo o una presentación. Esta estrategia sigue esta forma de trabajar.

2. Puente de Hemingway: Ernest Hemingway, ganador del Nobel de Literatura en 1954, tenía un método de trabajo que le permitía evitar la página en blanco. Él no detenía su jornada de escritura cuando quedaba agotado, paraba de trabajar en el momento de mayor inspiración. Dejaba información clave de los capítulos siguientes que iba a trabajar para iniciar cada sesión listo para producir.

3. Reduzca el alcance: si el producto final de tu trabajo es muy extenso, puedes reducir el alcance a algo más manejable. Muchas veces el problema no es la falta de tiempo, sino la falta de control. Puedes dividir tus productos finales con pequeñas tareas más manejables, cada tarea realizada es un boost para tu productividad.

Hábitos para potenciar tu proceso creativo

Existen tres hábitos que pueden ayudarte en esta etapa de creación: hábitos de verificación, hábitos de revisión y hábitos de observación.

Hábitos de verificación

Al enfrentar un proyecto recomiendo utilizar dos checklist: un checklist de inicio y un checklist de finalización:

1. Checklist de inicio:

  • Realiza una revisión inicial como una “lista de verificación previa al vuelo”.
  • Captura pensamientos actuales sobre el proyecto.
  • Revisa carpetas o etiquetas con notas relevantes.
  • Busca términos relacionados.
  • Mueve o etiqueta notas relevantes hacia la carpeta del proyecto.
  • Crea un esquema con las notas recopiladas y planificar el proyecto.
  • Meta: Formular una progresión lógica de pasos claros a seguir.

2. Checklist de finalización

  • Marca el proyecto como completo en la aplicación de gestión.
  • Tacha el objetivo del proyecto y moverlo a la sección “Completado”.
  • Revisa paquetes intermedios y reubicarlos.
  • Archiva el proyecto en todas las plataformas y agregar una nota de estado si se vuelve inactivo.

Hábitos de revisión

Revisa tus proyectos con dos tipos de revisión: semanal y mensual.

Revisión Semanal:

  • Limpiar la bandeja de entrada del correo electrónico.
  • Consultar el calendario para visualizar la semana.
  • Limpiar el escritorio de la computadora.
  • Limpiar la bandeja de entrada de la aplicación de notas.
  • Elegir y organizar las tareas de la semana.

Revisión Mensual:

  • Revisar y actualizar objetivos trimestrales y anuales.
  • Revisar y actualizar la lista de proyectos.
  • Revisar las áreas de responsabilidad.
  • Revisar las tareas de la lista “Algún día/Quizás”.
  • Re-priorizar tareas.

Hábitos de observación

Estos hábitos buscan aprovechar las pequeñas oportunidades que notas para captar algo que de otro modo podrías pasar por alto o para hacer que una nota sea más procesable o detectable. Ejemplos:

  • Darse cuenta de que una idea que tienes en mente podría ser potencialmente valiosa y capturarla en lugar de pensar: “Oh, no es nada”.
  • Darse cuenta de cuándo una idea sobre la que está leyendo resuena en usted y tomarse esos segundos adicionales para resaltarla.
  • Darse cuenta de que a una nota le vendría bien un título mejor y cambiarlo para que le resulte más fácil a su yo futuro encontrarla.

Para cerrar, si tú cumples los pasos de CODE, producir (lo que sea) puede ser mucho más ágil para ti. Prácticamente, tu segundo cerebro estará listo para aplicar estas estrategias. Reúne las mejores ideas en tu momento de divergencia y obtén grandes resultados al extraer lo esencial. Nos vemos en otra entrega, no olvides seguirme en todas las redes sociales como @jimmy_hdn.

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